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¿Qué son las fake news o hoax? Cómo identificarlas y evitarlas

¿Qué son las fake news o hoax? Cómo identificarlas y evitarlas

Hoy te traigo un tema calentito… bueno, más bien digno de jeitear: las fake news, también llamadas hoax o bulos. Pero no de esos bulos en los que El Javi le ha dicho a sus amigotes que el Juanfran se ha liado con la Jessy. No, no. De los que se difunden online, mucho más peligrosos, con mucho mayor alcance e infinito potencial de hacer daño. Es un recurso cada vez más utilizado, de hecho muchos grandes periódicos online importantes están aplicándolo a sus contenidos, para así tener más visibilidad.

Aunque de primeras pueda parecer que no tiene nada que ver con el mundillo del marketing, está muy ligado a todo el entorno 2.0 online, redes sociales y campañas publicitarias

¿Qué son las fake news?

La traducción literal es la de noticias falsas, pero su verdadero trasfondo es el de bulos por internet. Pueden ser fotos, artículos, noticias, vídeos que suscitan emociones, normalmente negativas o de incredulidad. Las neutras o positivas suelen ser de contenido fraudulento, por ejemplo, las propiedades medicinales de nosequé, que curan el cáncer.

Yo ahora mismo me abro una web de «salud» y hago un artículo y digo: Hay un estudio de la Universidad de Massachusetts que dice que si masticas la quinoa cruda en ayunas, durante 10 días, adelgazas. Seguro que más de uno lo comparte y unas cuantas personas acaban haciéndolo.

A mi me toca mucho las zonas bajas cuando veo fake news compartidas a la ligera, sobre todo las que con un simple vistazo ya ves que es mentira. A más de uno le daría un bofetón por difundir eso, sobre todo cuando se refiere a salud.

Las formas más comunes de propagación son: Facebook, Whatsapp (cadenas y enlaces), Twitter.

Últimamente están sacando un tipo de aplicación en el que es muy fácil suplantar la cara y la voz de alguien, normalmente de un famoso. El resultado es casi perfecto, por lo que cuando la gente se familiarice más con estas nuevas tecnologías, tendremos muchas más fake news, y esas, queridos jeiters, serán muy difíciles de descubrir. Da miedete, ¿no?

Tipos de fake news

Grosso modo hay dos tipos dependiendo de su origen:

  1. Sin dolo
  2. Con dolo

La primera es una equivocación. Un suceso que ha sido malentendido que posteriormente se difunde. El que aparece en la noticia no es él, no pasó así, pero llega a redes y comienza a circular y a extenderse. Son menos comunes que las otras.

La segunda se hace con dolo, es decir, con voluntad de hacer daño, desprestigiar a alguien o algo, etc. Hay desde venganzas personales de todo tipo hasta campañas para ensuciar su imagen. Últimamente en España es fácil ver de este tipo casi a diario, con una temática política detrás.

Lo malo es que los dos modos pueden tener el mismo alcance y hacer el mismo destrozo. El segundo, al estar premeditado, suele ser más nocivo, de hecho suelen tener objetivos muy claros.

Objetivos de las fake news

  • Hacer daño a una persona en concreto.
  • Desprestigiar a un competidor para debilitarlo.
  • Dirigir tráfico a una web, aplicación, etc y así monetizar.
  • Ensalzar virtudes engañosas de un producto/servicio y así también ganar dinerete.
  • Crear caos y polémica por diversión o ego

Y ahora una frasecilla de las que me gustan…

¿Por qué son peligrosas las fake news?

Porque pueden hacerse virales y hacer muchísimo daño, manipulando la opinión pública y confundiendo a la gente con medias verdades o mentiras. Luego, aunque se aclare, siempre quedará cierto poso de duda o haya mucha gente que no se entere y siga creyendo esa noticia distorsionada.

Utilizan tres vehículos:

El ego de la gente

-Quiero quedar ante todos mis seguidores de Facebook como un defensor del planeta. Este artículo que ni me he leído dice algo de que comer lentejas es malo para el medioambiente, así que lo comparto pero ya mismo.

El factor ego se puede ver en el afán de aparentar ante otros sobre algo, normalmente una virtud o un pensamiento o ideología «cool», «trendy» y «guay».

La capacidad de odio

-¡Mira!, la foto y el teléfono del tío que supuestamente ha maltratado a ese perrete. Lo ha compartido la tía Pepis, y la URL de la web es xfr50savfxlo.blogspot.com.rx.vz, pero da igual. ¡MAXIMA DIFUSIÓN! Soy un justiciero, ¡maldito HP! (El mundo está lleno de justicieros de Facebook).

El factor odio, es el que aporta mayor combustible a una fake new, y es lo que incita a su difusión. El sentimiento de rabia por un tema concreto obliga al lector a compartirlo para tener cierta sensación de ejecutor de justicia divina.

El miedo

-¡Ay! ¿qué es esto? Me acaban de mandar una noticia de una web rara de que Whatsapp va a ser de pago y se lo tengo que mandar a 5 personas para que se me active el colorinchi verde o de lo contrario se me cierra. Clic, clic, clic… clic y clic. Uff… #Yoporsiacasolohago.

Este factor ataca a la gente con menos conocimiento del mundo online, y suelen picar fácil. Suele ir acompañado de virus, descarga de aplicación, dejar tus datos, te obligan a hacer clic para compartir antes de verlo, etc.

Ambición

¡Ey! Que el de Zara está regalando dinero según esta página con URL impronunciable. Voy a darle a compartir que tiene pinta de ser verdad…

Muy similar al anterior, pero en vez de generar miedo, generan deseo. Un regalo, una información que cambiará tu vida…

Imaginemos que Pepito es del partido Engañabobos Blanco. Le acaban de pasar un vídeo de cómo se ve que el líder del partido enemigo Engañabobos Negro se lía con una chica joven que no es su mujer. ¿Es realmente él? Se le parece… Puede que sí, puede que no, pero el subconsciente de Pepito está ansioso por creerlo, así que rápidamente, sin averiguar nada más, lo difunde por todos sus grupos de Whatsapp, Facebook… incluso hasta Google Plus aunque ya no funcione.

Imaginemos que es un caso real, y que el dirigente de Engañabobos Negro ha sido víctima de un vídeo manipulado, o sencillamente que el que lo hizo se le daba un aire parecido. El pobre líder probablemente perderá credibilidad, votos, incluso puede que tenga algún problema personal con su mujer. Imagínate que hasta se divorcia, todo por la difusión de una noticia falsa.

Temáticas recurrentes de las fake news

  • Política
  • Religión
  • Salud: Medicinas, adelgazamiento, propiedades, esoterismo, curas milagrosas.
  • Gente famosa: Muerte, escándalos, polémica
  • Medio ambiente: veganismo, defensa de los animales, catástrofes.
  • Marketing (Uy, se me ha colado aquí… sin… querer ^^)
  • Otras: Desaparecidos, «la triste historia de nosequién que le pasa algo».

Fake news en el periodismo

El periodismo en España, y supongo que en muchos otros países, está cada vez peor. El trabajo es más precario, hay intrusismo laboral o los medios difusores de contenido necesitan reciclarse para atraer más visitas y llamar la atención, por lo que obligan a algunos de sus trabajadores a manipular la verdad y así generar más sensacionalismo, aunque no sea del todo verdad. Es una pena que esté tan de moda y está tan socialmente aceptado que lo estamos viendo a diario.

Las fake news son herramientas de manipulación muy útiles en el mundillo del periodismo. Hay noticias que son falsas, salieron por la tele, se difundieron, se hizo eco en redes, se denunció, se retractaron… pero ya quedó ese poso en gran parte de la población. Se disculpan en menos de un minuto, rectifican y ya está. Casualmente, casi siempre es relacionado con política…

No me quiero enrollar mucho con este apartado, que me enciendo, así que, en conclusión, si lo dice un periodista que no es muy conocido o que tiene fama regulera, no te lo creas de primeras. Y si es un tertuliano aun menos.

Cómo evitarlas y no ayudar a propagarlas

Cortar la cadena de propagación de una fake new es más fácil de lo que parece, aunque da algo de pereza. De hecho es por esa pereza por la que todo el mundo acaba difundiéndolas. Te voy a dar unos pequeños tips para averiguar si es una noticia real o no.

Contrasta la información: Antes de darle a compartir. Busca si la información es verídica, si aparece en medios informativos confiables (que ese es un tema para otro artículo jeituriento). ¿No la encuentras? ¿Dudas? No lo difundas. Hazlo sólo con lo que puedas contrastar.

La dirección suele ser una pista: URLs raras, de páginas que no conozcas ¡caca!

Categorías «fakenewseables»: Si pertenece a alguna de las que te he comentado más arriba, desconfía y corre a cotejar si es verídico o no.

Subtítulos de idiomas que no controles: Desconfía también de las traducciones de otros idiomas en vídeos. Por ejemplo, hace un tiempo se hizo famoso un vídeo de Putin en el que supuestamente hablaba mal de los homosexuales, pero claro, si no sabes ruso, te fías de los subtítulos.

Noticias bomba: Si es algo muy sonado, el descubrimiento contra el cáncer, palabras polémicas de Pepito, etc, los medios habituales de televisión y periódico se habrán hecho eco de ello. Revisa si aparece algo ahí antes de darle al botoncito de compartir.

Presuntamente: La palabra presuntamente la carga el Diablo. Funciona de escudo cuando se da en fake news de las que se usan para desprestigar. Cuando la veas en algún titular o encabezado… sospecha.

Y bueno, en resúmen, contrasta y desconfía siempre.

Y ya está. Aunque este artículo podría dar para mucho, no quiero hacerlo más tostón y lo dejo aquí, que luego me jeiteáis. ¿Qué te ha parecido? ¿Echas en falta algo? Cuéntame tu opinión abajo en los comentarios.

¿Por qué todo el mundo quiere vender cursos online?

¿Por qué todo el mundo quiere vender cursos online?

¿No te has dado cuenta de que cada vez son más los «expertos» que quieren vender cursos online de marketing? Bueno, de marketing, de fotografía, de cómo ser influencer, de punto de cruz, de ser el dueño de tu destino y capitán de tu alma, etc. Pues esta vez voy a jeitear sobre ello. Más abajo también te doy algunos consejos a la hora de elegir e identificar los buenos.

Aclaración importante: En este artículo me voy a referir principalmente a la venta de cursos online automatizados, es decir, en los que no tienes al profesor en directo enseñándote. Esos me parecen geniales en su mayoría, porque permiten salvar las distancias y no deja de ser una enseñanza transmitida directamente, pero los automatizados… ¡ay los automatizados!

¿Por qué está creciendo esta moda? El siguiente punto te aclarará el porqué de este auge desmedido en el que a cada paso que das por «el internés», te intentan vender una de estas formaciones, todas ellas super guays, mega maravillosas con las que aprenderás virguerías.

Costes de crear un curso online automatizado

Ya lo habrás averiguado, pero resulta que… te grabas haciendo unos vídeos de cualquier tema y… ¡a vender!

Los costes de crearlo son sólo la primera vez, guión, rodaje, edición y montaje, lo puedes hacer tú mismo sin contratar a nadie. Luego como mucho tienes que moverlo en redes, poner algo de dinero para publicidad y captar leads (emails, teléfonos y datos de contacto para bombardear a tus posibles clientes).

No quiero entrar en detalles porque el tema es bastante complejo, pero existen sistemas de funnels o embudos de conversión, por los que, tras dejar tus datos, estarás en el punto de mira de ese vendedor durante un par de meses (todo ello automatizadísimo). Quizá más adelante haga un post al respecto, hay mucho que jeitear ahí.

Montado el sistema, conseguidas unas bases de datos de compradores potenciales, ya está todo hecho, a vender cursos online. Te lo puedes creer o no, pero es una auténtica máquina de vender churros, super rentable. El dinero que ganan con un par vendidos se reinvierte en publicidad y el resto son ganancias netas. Después, repetir proceso. Aluncinante, ¿no? Si no me crees sólo tienes que hacer un par de búsquedas en Google con «cómo crear curso online«. Te aseguran lo fácil que es y los pocos conocimientos que necesitas para montar el tuyo propio de loquesea.

Eso me lleva a una frase de mi querido amigo Gump…

venta curso online

¿Y qué tiene de malo vender cursos online?

Mi jeit va orientado más que al sistema, al objetivo y a la esencia de todo esto. No es una necesidad de enseñar o comunicar algo, es ganas de ganar dinero sin contar nada nuevo, porque créeme, que la mayor parte son cursos hechos de paja, con contenidos sacados de otros «expertos» que a su vez lo han sacado de otros «expertos».

Es aplicable a cualquier ámbito pero muchísimo más exagerado en marketing. Si perteneces al sector, sabes que tengo razón.

Quizá incluso seas uno de esos vendecursos y me odies en este preciso momento. Plantéate si el contenido que vendes merece la pena el dinero que van a invertir por él. Si es así, enhorabuena, mi jeit no va dirigido a ti.

Cursos online: luces y sombras

¿Es todo tan malo en el mundo de vender cursos online? No, querid@ jeiter, pero sí que es cierto que un gran porcentaje, alrededor del 85%, son una auténtica basura. He dicho un porcentaje a lo loco, pero ¿a que queda más creíble cuando alguien dice una cifra? Marketiiiing….

Bueno, que me desvío del tema. Hay profesionales increíbles que venden cursos verdaderamente buenos con los que aprenderás muchísimo, pero tienes que saber identificarlos bien.

En el siguiente bloque te voy a contar algunas pautas para que reflexiones un poco antes de pagar por uno.

Consejos para comprar un curso online

Éstos son unos pocos tips para que no te vendan gato por liebre al comprar un curso, sea de la temática que sea:

  • Mira las opiniones y las reseñas de la gente, ¡pero ojo! no te lo creas todo. Por un lado, hay muchas opiniones compradas, que son bots, o de amiguetes, o de familiares, en plan «oye prima, ponme una reseñia aquí pa que me compren er curso este pofavorr…» y cosas así. Por otro lado, los embajadores, que son esos fieles seguidores del profesor/referente que aseguran que es la leche. Puede serlo o puede que simplemente no tengan el suficiente criterio o que están tan marketinizados por el susodicho que piensan que es algo de calidad, no siempre son una fuente fiable. Bueno, que me enrollo con este punto, resúmen: mira las reseñas pero de un modo escéptico y crítico, te puede dar muchas pistas.
  • Las plataformas de venta de cursos no siempre son la mejor opción. No voy a dar nombres de cuales porque mi blog no va de eso, pero en algunas, los cursos son al peso y son una auténtica porquería. Producen contenido como churros, y eso siempre, o casi siempre, se traduce en mala calidad. A veces, el curso de Fulano, que no le conoce tanta gente, lo ha hecho más a conciencia, con más cariño y te aportará más que estos otros. Aclaro que no pasa en todas estas web de cursos, pero en general… buf.
  • Elige siempre un curso presencial antes que uno online. Bueno, esto es algo muy personal, pero en mi experiencia, se aprende infinitamente más cuando asistes a una clase que cuando estás en tu casa «rascándotelas» mientras ves los vídeos del curso. Además, conocerás gente que está aprendiendo como tú, a los profesores, y puede que entables lazos profesionales y personales más fuertes. Eso sí, si no tienes tiempo, o se desarrolla en un lugar lejano, un buen curso online puede ser una gran opción.

Estoy viendo que hasta ahora, mi jeit es tal, que más que consejos para comprar un curso online, debería llamarse «¡No compres un curso online jamás!»… y tampoco es eso. Cambio un poco el chip e intento darte algún tip más constructivo…

Aspectos casi obligatorios para comprar un curso online

  • Intenta apuntarte a cursos en los que los profesores tengan ciertas tutorías, consultorios o que puedas comunicarte con ellos y que estén incluidos en el pago. Que ellos sean accesibles de alguna forma. Suelen llamarse «Soporte de dudas» o algo así. Es un aspecto muy útil para que no te dejen abandonado ante posibles preguntas y necesidades que puedas tener a lo largo de las lecciones.
  • Otra característica interesante suele ser el material incluido, por ejemplo, en el caso de algunos cursos de WordPress a veces te dan acceso ilimitado a plugins o plantillas muy útiles, que por separado te costarían un buen dinerete.
  • Seguimiento de alumnos. ¿Acaba el curso y qué? ¿vas a seguir pudiendo preguntarle a tu profesor o pedirle consejo? Fundamental este punto.
  • Certificación. Si es oficial mejor, aunque la mayoría no lo tienen por ser estudios no regulados. Al menos que puedas acreditar las horas que has invertido y que figuren los conocimientos impartidos. Así podrás ponerlo en tu curriculum y ser un poco más guay en Linkedin.

Reflexión final: Queridos hacedores de cursos online de paja, estamos ordeñando la vaca del marketing y la vamos a acabar matando entre todos. Vamos a intentar vender formación pero un poco más currada y sin tanto humo, haciendo las cosas mejor, sin abusos y sin tanta ambición ¿ok?

Y ya no se me ocurre nada más que contarte sobre comprar y vender cursos online. Me he quedado bastante agusto tras escribirlo, la verdad. ¿Me cuentas tu opinión al respecto en un comentario? Y si crees que estoy equivocado en algún punto, pues también.

¿Qué es el networking? | ¿Es tan interesante como parece?

¿Qué es el networking? | ¿Es tan interesante como parece?

Si estoy escribiendo un post sobre ello es que tiene un gran lado jeiteable. Voy a criticar un poco el networking: ¿qué es? ¿sirve realmente para algo? ¿por qué ese ansia de ir a todos los networking posibles y sacarles el máximo provecho? ¿soy más guay por ir a uno? ¿a qué huelen las networking… digoo las nubes?

¿Qué es el networking?

Empezamos por lo básico, ¿qué es? Es uno de esos anglicismos que ha entrado por la puerta grande y que se usa en todas partes. Hace poner los ojos del revés a los que no están familiarizados con mundo online y los negocios, que es donde más se utiliza.

Explicado de un modo simple, es una reunión de profesionales y emprendedores con intereses comunes relacionados con las oportunidades de negocios, búsqueda de clientes, colaboración, difusión de información o incremento de redes laborales, empresariales y contactos. Suelen tener una temática clara y agrupar gente de un mismo sector o sectores afines.

Hay varios tipos de networking: el personal, el estratégico y el operacional. En este artículo no haré muchas distinciones entre ellos, tienes suficiente información desarrollada en otros post que hay por internet.

¿Por qué estoy obligado a aprovecharlo?

Últimamente hay una especie de afán y obligatoriedad en la que, por un lado debes acudir a todos los networking de tu temática o ámbito profesional, y por otro, cuando vas a uno, tienes que aprovecharlo, conocer al máximo número posible de personas que puedan catapultarte en lo que sea que estás haciendo. Contactos, enchufillos, enlaces gratis, peloteos, repartir a todo el que veas esas tarjetas molonas para que las tiren al suelo cuando te des la vuelta…

Cuando pienso en este tipo de eventos, me viene a la mente una frase.

networking

Es un poco en lo que se resume la esencia del networking, el interés, pero bueno, los negocios son y deben ser así, ¿o no?

Asistentes a un networking: los arquetipos

Normalmente cuando voy a alguno de estos eventos (he de decir que he estado en bastantes), detecto varios perfiles muy estandarizados:

  • El pasota: Realmente se la bufa hacer networking, de qué hablan en las conferencias, etc. Sólo está allí porque no tenía nada mejor que hacer en su casa y por la comida o bebida gratis.
  • El ansias: Se ha ido a la imprenta recientemente a hacerse un pack de 1000 tarjetas super guays de su marca o sus servicios y se ha marcado como objetivo repartirlas en el networking a diestro y siniestro.
  • El normal: ¡Los hay! ¡Hay gente normal, claro que sí! No tiene ninguna expectativa que le mueva a forzar una conversación o a pelotear a nadie, sin embargo, no se cierra a aprender del entorno y es decentemente amigable con los que le rodean. Es consciente de que, para bien o para mal, es necesario hacer networking y probablemente su actitud le lleve a establecer alguna relación comercial positiva.
  • El ingenuo: Es su primer networking. Está muy emocionado porque le han contado que allí haces un montón de relaciones laborales, conoces a mucha gente y… pronto descubrirá la verdad.
  • El flipao: Quiere que todo el mundo le conozca. Es el que más sabe, el que más contactos tiene, el que más dinero gana, y te lo hará saber a la menor oportunidad, contándotelo varias veces si es necesario. Lo notarás porque el mismo discurso se repetirá cada vez que se encuentra con alguien. La mayoría de las veces, lo que te cuenta no es para tanto y sus logros están muy inflados. Ver a varios de estos perfiles juntos es muy común, se retroalimentan entre sus egos. Suelen ser algo babosillos con las chicas (y a veces con los chicos).
  • El exitoso: Son los verdaderos ganchos de los networking y muchos asisten por ellos. Se lo han currado, tienen éxito de verdad, pero están tan hartos de ansias, flipaos y pelotas que ya no dejarán que se acerquen ni los normales. Tienen una coraza protectora alrededor totalmente impenetrable y pueden haber desarrollado una conducta altiva algo desagradable, aunque no siempre son así.
  • El pelota: Lleva una lista de los perfiles más interesantes para hacerle la pelota a todos y cada uno de ellos, intentando siempre conseguir algo. No se le escapará nadie. Es capaz de reír cualquier tipo de gracia o de subir el ego de cualquier asistente, pudiendo fingir interés por lo que sea necesario. Tienen amplias dotes camaleónicas. Suelen ser víctimas de flipaos al confundirles con exitosos.

¿Y tú de qué arquetipo eres? ¿has identificado alguno de estos perfiles en los networking que has asistido? 🙂

¿Sirve de algo ir a un networking?

Sí y no, me explico: depende del objetivo que tengas te será más o menos útil. Si vas con unas expectativas altas de encontrar gente afín, clientes, o colaboradores, bájalas un poco o te pegarás un «batacazo», como dice mi madre. Ve a observar, aprender lo que puedas, y a conocer gente de un modo menos ambicioso o se te verá el plumero.

Lo bueno es que, como en casi cualquier reunión social de este tipo, te tomarás algo, charlarás con unos y con otros y pasarás un rato ameno. No tienes mucho que perder al ir. Ah, ¡y hay comida y bebida gratis!

Otro aspecto positivo es que, antes o después de la reunión, suele haber algún tipo de conferencia medianamente interesante. A mi entender, es lo más útil de todo, no el networking en sí.

Algunas reflexiones sobre estos eventos

  • No todo el mundo vale para hacer networking. Hay mucho asistente que es tímido o tímida y no tiene ese tipo de habilidad, ni tiene por qué tenerla. Puede que le interese conocer a otros pero le da bastante palo y a no ser que otro rompa el hielo, no le servirá de nada acudir a este tipo de eventos.
  • Hay mucho baboso, o bien con un interés sexual o que babea sobre los referentes y famosillos. Piensan que les va a sacar un enlace, que le van a promocionar o que fulano le va a contratar en su megaempresa si se acerca a hablar con él. Y justo al revés, otros que saben que suscitan interés laboral y que lo usarán para proposiciones deshonestas o arrimarse más de lo necesario.
  • A no ser que seas la leche de conocido, nadie va a venir a hablar contigo porque sí o a colaborar amigablemente. Más bien la gente se limita a mirarte por encima del hombro y a pasar la vista al siguiente, detectando un rango de posición o fama acorde a su búsqueda. Por supuesto esto es generalizar.
  • Los que mejor se desenvuelven son los que más morro tienen (a menudo,tampoco tienen demasiados escrúpulos) y, oye, a veces les va bien. Este mundo pertenece a pelotas y ambiciosos.

Por supuesto que no siempre es así, hay gente que sí que se interesa de verdad por los proyectos ajenos, te ofrece ayuda o simplemente quieren aprender de los demás o compartir conocimientos de un modo altruísta. O simplemente buscan ciertos servicios activamente, pero hazme caso, son los menos.

Sí que es cierto que depende muchísimo del evento de networking al que vayas. Todo mi artículo está más orientado a los networking de marketing puro y duro. Tengo muy buenas referencias con los eventos relativos a WordPress: las WordCamp, a los que suelen ir gente más maja y abierta.

¿Y tú qué? ¿has ido a algún networking? ¿te ha servido de algo acudir a uno? ¿conociste gente interesante para desarrollar tu proyecto? ¿o encontraste clientes interesados? ¡Cuéntame!

¿Qué es un vendedor de humo en marketing? | ¿Cómo son?

¿Qué es un vendedor de humo en marketing? | ¿Cómo son?

En este artículo te voy a contar sobre una de las tendencias más reseñables de todo el panorama de marketing, el vendedor de humo o vendehumos, como se le conoce comúnmente. Una figura que no es nueva, pero que está cobrando protagonismo en nuestro día a día al ser una de las profesiones con las que más dinero se puede ganar haciendo menos.

¿Qué es un vendedor de humo o smoke seller?

Generalizando, son personas que venden bienes o servicios que de primeras parecen buenos, prometiendo resultados alucinantes, fáciles y rápidos, pero que no funcionan del todo. O bien están disfrazados bajo una fachada muy atractiva o su valor real es muy inferior al que se lo pagas.

Pueden ir desde la vendedora de champú con baba de caracol que hará que tu pelo envidiado por todas, pasando por el terraplanista que te intenta convencer con pruebas dudosas, hasta el típico vendedor de curso online en el que te enseña cómo ganar toneladas de dinero sin hacer nada y en tiempo récord. Vamos, el engañabobos de toda la vida pero con capacidades más depuradas y, con internet, con posibilidades de alcance infinitas.

Sus «virtudes» son una total o parcial falta de escrúpulos para con sus compradores, una inteligencia superior a la media y una gran capacidad para el oportunismo. Todo ello lo aprovechan para sacar el máximo partido y alcanzar sus objetivos, que normalmente son dinero, éxito o fama. Aparte suelen tener bastante carisma y una apariencia atractiva.

El vendedor de humos de Pixar (Corto animado)

Aquí tienes un vídeo de los estudios Pixar, que no ha podido definirlo mejor sin usar una sola palabra. Te recomiendo echarle un ojillo, está muy bien.

¿Cómo actúa un vendedor de humo? Su modus operandi

Igual que en la animación, primero, el buen vendedor de humo define un objetivo, en este caso un pueblo que está en medio de la nada, un sitio aburrido y sin emoción.

Después, intenta llamar la atención a toda costa. Normalmente de primeras nadie le hace mucho caso, haga lo que haga. Prueba diferentes estrategias, todas ellas rozando la estafa, el engaño o el dinero fácil.

Por fortuna o por desgracia y echando mano de la casualidad, encuentra a su primer cliente. Ni le cobra. Gracias a eso, a través del boca a boca, su rueda de venta de humo empieza a girar, abarcando a todo el pueblo. Primero empieza ganando unas pocas monedas, y más tarde llena sus arcas.

La gente lo admira, alucinada por sus logros, disfrutando de todo lo que han conseguido. Pero como persona astuta que es, se da cuenta de que pronto va a llover y toda su magia desaparecerá, momento que aprovecha para irse.

Al final, (SPOILER ALERT!) las apariencias engañan, nada es lo que parece, y el vendedor de humo ni es joven, ni lleva una camioneta molona, ni nada. Se marcha satisfecho del pueblo habiendo conseguido su objetivo: un cofre lleno de dinero y el tesoro.

¿Qué tiene que ver eso con marketing?

Si estás más o menos familiarizado con este mundillo, sabrás que está lleno de este tipo de gente, y que cada vez es peor. En este vídeo hay muchos paralelismos. En marketing el pueblo pasa a ser un nicho de mercado, una comunidad, un tipo de persona que busca algo en concreto, etc. Suele ser más efectivo con comunidades vulnerables, gente en paro, millenials perdidos que buscan dinero fácil, personas crédulas o que quieren cambiar sus situación de vida.

Ofrece conocimiento, un servicio o un producto que no tiene nadie más. Y suele ser… ¡gratis! ¡coste cero! ¡te doy un regalo!

Pero recordad, pequeños jeiters, que…

vendedor de humo

Tú, tu número de móvil, tu email, datos de contacto, incluso los intereses y afinidades pueden ser una moneda de cambio que les encanta a los vendedores de humo. Ojito con esto.

El boca a boca en nuestra actualidad son las redes sociales. También entran en juego las formas de visibilizarse, como conferencias, cursos, publicidad, que incrementan enormemente su alcance, potenciados aun más por los embajadores o los pobres crédulos que han comprado su humo y que aseguran que es lo mejor que les ha pasado en la vida. De hecho estos embajadores son peligrosos, porque te intentarán convencer (y autoconvencerse) de que es real, no pueden sopesar la posibilidad de que lo que han comprado no funciona, porque les metería en un conflicto grave con ellos mismos.

¿Cómo detectar a los vendedores de humo?

Esto es extrapolable a cualquier sector, no sólo marketing. Están en todas las profesiones, pero al ser las redes accesibles a muchas personas, afecta a gente cada vez más diversa.

Éstas son algunos de los rasgos para descubrirlos:

  • No piden nada a cambio de primeras, o sí pero muy simbólico. Su ganancia suele estar encubierta y se activa en una segunda o tercera fase.
  • Últimamente echan mano del secretismo. Ellos te cuentan algo que nadie sabe o que no quieren que sepas… han descubierto la forma de conseguir tu objetivo y la van a compartir contigo, porque sí, porque son así de altruistas.
  • Similar al punto anterior, juegan con tu ego al incluirte en un grupo reducido, especial, privilegiado.
  • Su producto o servicio va acompañado de las palabras gratis, fácil y rápido. En algunos ámbitos, como el de la salud o la estética, suelen usar la palabra milagroso.
  • Lo que te intentan colar normalmente es muy atractivo, resplandeciente, absolutamente increíble. Parafraseando a Estela Reynolds hablando del «chow business»: «Es como una gran caca pintada de purpurina, de lejos te deslumbra, pero cuando te acercas, apesta y te dan ganas de vomitar.»

¿Por qué son peligrosos los vendedores de humo?

Porque lo que te venden no es 100% real o directamente no funciona, porque fidelizan a la gente en base a un producto que no tiene la calidad o cualidades que ellos pensaban y porque, sencillamente, está mal aprovecharse así. Además, el grupo de población del que intenta sacar tajada suele ser bastante vulnerable económicamente, lo cual lo hace aun más horrible y éticamente reprochable.

Y no sólo eso, te costará bastante dinero aunque en una primera instancia no te lo parezca. Ya se ocupan ellos de enredarte.

Las virtudes de su producto están construidas sobre medias verdades, por eso son aun más creíbles, porque pueden hacer dudar hasta el más experto en el tema. No hay nada más engatusador que una verdad a medias que además la persona se quiera creer.

Tampoco te quiero asustar, no todo es tan detestable en un vendedor de humo. Hay muchos que no son del todo peligrosos y lo único que te podrán colar es la venta de su libro o algo así. Lo único que su libro será una auténtica m***da y no acabarás de leértelo.

Y ya está, nada más que decir sobre este perfil «profesional» que últimamente inunda nuestras vidas. Si me estás leyendo, sólo aconsejarte que seas escéptico cuando te prometan algo maravilloso que cambiará tu vida y, más aun si es gratis o muy barato: nadie regala nada.

¿Qué te ha parecido mi jeit sobre los vendedores de humo? Dime tu opinión, ¿te has encontrado con alguno? ¿picaste el anzuelo? ¿tienes más ideas sobre cómo detectarlos? ¡cuéntame!

Community manager: ¿Qué es eso? | ¿Qué funciones tiene?

Community manager: ¿Qué es eso? | ¿Qué funciones tiene?

En este artículo del apasionante mundo del marketing te voy a contar qué es eso del Community manager, ¿para qué vale? ¿se come?

Tareas del Community manager

Éstas son las principales tareas del Community manager, al menos, lo que dicen la mayoría de webs, cursos y profesionales.

  • Crear, mantener y fomentar una comunidad en torno a una marca para aumentar la presencia, el alcance y la credibilidad de ésta.
  • Responder dudas, reseñas, mantener la comunicación con los seguidores y generar diálogo positivo.
  • Gestionar crisis reputacionales en redes sociales.
  • Llevar cierto control de las analíticas y tráfico de redes, estableciendo KPIs y métricas.
  • En algunos casos, generar contenido afín a la marca.
  • Textos y «copies» de las publicaciones, fomentando la participación y aumentando el engagement.
  • Atención al cliente en redes sociales.

Objetivos del Community manager

Y ahora ¿qué objetivos tiene? ¿qué se pretende conseguir con su trabajo?

  • Aumentar la visibilidad de la marca y el recuerdo positivo de la gente hacia ella. En algunos casos mejorarla o limpiarla.
  • Aumentar el tráfico de calidad hacia la web, redes sociales o landings de conversión.
  • Incrementar el número de seguidores de calidad en las diferentes plataformas y, en caso de ser posible, transformarlos en embajadores de la marca.
  • Despertar el sentimiento de «haber sido atendidos correctamente» por parte del cliente o posibles clientes, resolviendo dudas o dando respuestas.

Ahora bien, suena maravilloso, idílico y seguramente si no tenías ni idea de qué era, ahora quieres convertirte en uno de esos semidioses capaces de generar comunidad y aplacar a las masas, pero me temo que la realidad es muy diferente. Repite conmigo:

qué es un community manager

Tareas del Community manager en la realidad

Según un deprimente alto porcentaje de los empresarios que buscan un Community manager, éstas son las tareas que entran dentro de su jurisprudencia (además de las del apartado anterior).

  • Llevar las redes sociales. Todas. ¿Que no te da tiempo hacer Facebook, Twiitter, Linkedin, Instagram, Youtube, Pinterest, etc? ¿Y eso? A mi sobrina sí que le daba, ¡pero si eso es poner cuatro fotos!
  • Escribir los artículos del blog. ¡Fulanito, el de la empresa de al lado tiene blog, nosotros también! Lo escribes en los ratos muertos.
  • Traducir los textos de la web a Inglés, Francés, Alemán y Chino. Si no sabes, hazlo con el Google Translator, pero con los cientos de euros que cobras, deberías poder hacerlo.
  • Hacer campañas de publicidad, tanto en redes como en Google Ads. ¿Para qué contratar a un especialista en la difícil tarea de gestionar campañas si lo puedes hacer tú, que no eres un experto, no te va a dar tiempo hacerlo bien y que te vas a gastar un dineral de la empresa? Da igual, así cuando no funcione, porque esas campañas NO VAN A FUNCIONAR, te puede echar las culpas y decir que no vale para nada.
  • Hacer todas las creatividades relacionadas con «el Interné». Te tiene que dar tiempo o si no me busco a otro, y oye, que salgan bonitas.
  • Ir a eventos, reuniones, etc, incluso hacer las fotos. True story!
  • En algunos casos, tengo conocidos que les han hecho realizar tareas de limpieza, llevar la contabilidad, hacer entrevistas a nuevos candidatos, servir cafés, ser el chófer del jefe, conseguir «equis» cosa física, etc.

¿Con todo este odio gratuito qué quiero decir? Que hay que inculcar tanto a los jefes como a los que trabajan de esto, cuál es el límite y qué responsabilidades tiene el puesto de trabajo, ni más, ni menos.

La emergente figura del Cuñaity manager

Ante todo este despropósito en el que los profesionales que pueden elegir no aceptar ese tipo de trabajo, no lo aceptan, surge la figura del Cuñaity manager, es decir, el primo, el sobrino, el cuñado, el hijo de nosequién que le gusta eso del «interné y las pantallitas»…

Se le mete a hacer redes sociales y a gestionar lo que buenamente puede, por cuatro duros y a liarla. Sí, porque cuando alguien que no sabe llevar las RR.SS. las toca, la lía. El desastre para el que las tiene que retomar, es monumental. Los algoritmos acaban suicidándose, los pocos fans reales de la marca acaban aburridos por el contenido comercial y un largo etc de destrozos.

Ojo, no todos los que son realmente profesionales pueden permitirse el lujo de no aceptar el trabajo, por muy humillante o diferente que sea de los límites de sus tareas y de su contrato. Existen grandes profesionales que por circunstancias de la vida están en estos puestos con jefes que no entienden ni valoran lo que hacen, ¡ánimo campeones, vosotros podéis!

Entonces ¿qué es un Community manager?

Es algo que no debería ser. Actualmente y en una gran mayoría de los casos, una pena. Sólo empresas que de verdad tienen cierta cultura del mundo 2.0 o que simplemente están abiertos a acoger un tipo de perfiles que no comprenden bien, sólo esos son capaces de valorar el trabajo de un Community manager de verdad. Así que, queridos empresarios, si me estáis leyendo, espabilad.

Además, está el factor de evolución de los algoritmos de las redes sociales, en el que cada vez es más difícil obtener resultados tangibles. Esto hace que la labor del Community Manager esté aun menos valorada.

Aun así quiero ser Community manager ¿Algún consejo?

Si todo mi «jeit», no ha sido suficiente para desmotivarte y aun quieres ser Community manager, enhorabuena, estás hecho para ello. Te voy a dar unos cuantos consejos que he ido recopilando por mi propia experiencia vital y por la de conocidos cercanos, espero que te sirvan.

  • Fórmate en un centro bueno. Busca referencias, reseñas, habla con gente, escribe a antiguos alumnos. Profundiza en todo ello hasta que des con una escuela que de verdad esté a la altura de tus expectativas.
  • Acepta puestos de trabajo en el que los jefes comprendan a la perfección la labor de un Community manager. Es difícil y todos hemos acabado pasando por sitios en los que no se cumple, pero intenta no acabar en uno de ellos, ¿vale?
  • Aprende diferentes disciplinas y programas como el uso de Photoshop o Premiere. Si no se te da bien redactar, aprende a escribir correctamente y a tener una ortografía perfecta.
  • Desarrolla en todo lo que puedas la empatía. Te servirá, no sólo para lidiar con clientes caprichosos, exigentes o «jeiters», sino para averiguar qué quieren de la marca, así que ponte en su lugar.
  • Aprende a programar tus tareas. Uno de los puntos fuertes de los buenos Community manager es la capacidad de programar todo, publicaciones, eventos, contenidos… Para ello tendrás que aprender herramientas, pero no te preocupes si no estás familiarizado con ellas, al final son todas parecidas.
  • Con relación al punto anterior, el calendario es tu amigo. Estáte pendiente de las fechas, los días especiales, festividades… sobre todo los que puedan estar relacionados con la marca.
  • Interioriza el estilo de la marca, su tono de comunicación, colores, formas… Te facilitará enormemente la tarea.
  • Si todavía no tienes mucha experiencia, practica con tu propia marca. La mejor forma de empezar a aprender es con los proyectos propios, desarrolla tus redes sociales como harías con un negocio en el que estuvieses contratado, te dará un punto de vista muy interesante sobre qué falla y qué funciona.
  • Y por último, ten paciencia. Es un trabajo dinámico y bonito (o debería serlo) en el que aprenderás mucho. ¡Ánimo!

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