Seleccionar página

En este artículo te voy a contar sobre una de las tendencias más reseñables de todo el panorama de marketing, el vendedor de humo o vendehumos, como se le conoce comúnmente. Una figura que no es nueva, pero que está cobrando protagonismo en nuestro día a día al ser una de las profesiones con las que más dinero se puede ganar haciendo menos.

¿Qué es un vendedor de humo o smoke seller?

Generalizando, son personas que venden bienes o servicios que de primeras parecen buenos, prometiendo resultados alucinantes, fáciles y rápidos, pero que no funcionan del todo. O bien están disfrazados bajo una fachada muy atractiva o su valor real es muy inferior al que se lo pagas.

Pueden ir desde la vendedora de champú con baba de caracol que hará que tu pelo envidiado por todas, pasando por el terraplanista que te intenta convencer con pruebas dudosas, hasta el típico vendedor de curso online en el que te enseña cómo ganar toneladas de dinero sin hacer nada y en tiempo récord. Vamos, el engañabobos de toda la vida pero con capacidades más depuradas y, con internet, con posibilidades de alcance infinitas.

Sus «virtudes» son una total o parcial falta de escrúpulos para con sus compradores, una inteligencia superior a la media y una gran capacidad para el oportunismo. Todo ello lo aprovechan para sacar el máximo partido y alcanzar sus objetivos, que normalmente son dinero, éxito o fama. Aparte suelen tener bastante carisma y una apariencia atractiva.

El vendedor de humos de Pixar (Corto animado)

Aquí tienes un vídeo de los estudios Pixar, que no ha podido definirlo mejor sin usar una sola palabra. Te recomiendo echarle un ojillo, está muy bien.

¿Cómo actúa un vendedor de humo? Su modus operandi

Igual que en la animación, primero, el buen vendedor de humo define un objetivo, en este caso un pueblo que está en medio de la nada, un sitio aburrido y sin emoción.

Después, intenta llamar la atención a toda costa. Normalmente de primeras nadie le hace mucho caso, haga lo que haga. Prueba diferentes estrategias, todas ellas rozando la estafa, el engaño o el dinero fácil.

Por fortuna o por desgracia y echando mano de la casualidad, encuentra a su primer cliente. Ni le cobra. Gracias a eso, a través del boca a boca, su rueda de venta de humo empieza a girar, abarcando a todo el pueblo. Primero empieza ganando unas pocas monedas, y más tarde llena sus arcas.

La gente lo admira, alucinada por sus logros, disfrutando de todo lo que han conseguido. Pero como persona astuta que es, se da cuenta de que pronto va a llover y toda su magia desaparecerá, momento que aprovecha para irse.

Al final, (SPOILER ALERT!) las apariencias engañan, nada es lo que parece, y el vendedor de humo ni es joven, ni lleva una camioneta molona, ni nada. Se marcha satisfecho del pueblo habiendo conseguido su objetivo: un cofre lleno de dinero y el tesoro.

¿Qué tiene que ver eso con marketing?

Si estás más o menos familiarizado con este mundillo, sabrás que está lleno de este tipo de gente, y que cada vez es peor. En este vídeo hay muchos paralelismos. En marketing el pueblo pasa a ser un nicho de mercado, una comunidad, un tipo de persona que busca algo en concreto, etc. Suele ser más efectivo con comunidades vulnerables, gente en paro, millenials perdidos que buscan dinero fácil, personas crédulas o que quieren cambiar sus situación de vida.

Ofrece conocimiento, un servicio o un producto que no tiene nadie más. Y suele ser… ¡gratis! ¡coste cero! ¡te doy un regalo!

Pero recordad, pequeños jeiters, que…

vendedor de humo

Tú, tu número de móvil, tu email, datos de contacto, incluso los intereses y afinidades pueden ser una moneda de cambio que les encanta a los vendedores de humo. Ojito con esto.

El boca a boca en nuestra actualidad son las redes sociales. También entran en juego las formas de visibilizarse, como conferencias, cursos, publicidad, que incrementan enormemente su alcance, potenciados aun más por los embajadores o los pobres crédulos que han comprado su humo y que aseguran que es lo mejor que les ha pasado en la vida. De hecho estos embajadores son peligrosos, porque te intentarán convencer (y autoconvencerse) de que es real, no pueden sopesar la posibilidad de que lo que han comprado no funciona, porque les metería en un conflicto grave con ellos mismos.

¿Cómo detectar a los vendedores de humo?

Esto es extrapolable a cualquier sector, no sólo marketing. Están en todas las profesiones, pero al ser las redes accesibles a muchas personas, afecta a gente cada vez más diversa.

Éstas son algunos de los rasgos para descubrirlos:

  • No piden nada a cambio de primeras, o sí pero muy simbólico. Su ganancia suele estar encubierta y se activa en una segunda o tercera fase.
  • Últimamente echan mano del secretismo. Ellos te cuentan algo que nadie sabe o que no quieren que sepas… han descubierto la forma de conseguir tu objetivo y la van a compartir contigo, porque sí, porque son así de altruistas.
  • Similar al punto anterior, juegan con tu ego al incluirte en un grupo reducido, especial, privilegiado.
  • Su producto o servicio va acompañado de las palabras gratis, fácil y rápido. En algunos ámbitos, como el de la salud o la estética, suelen usar la palabra milagroso.
  • Lo que te intentan colar normalmente es muy atractivo, resplandeciente, absolutamente increíble. Parafraseando a Estela Reynolds hablando del «chow business»: «Es como una gran caca pintada de purpurina, de lejos te deslumbra, pero cuando te acercas, apesta y te dan ganas de vomitar.»

¿Por qué son peligrosos los vendedores de humo?

Porque lo que te venden no es 100% real o directamente no funciona, porque fidelizan a la gente en base a un producto que no tiene la calidad o cualidades que ellos pensaban y porque, sencillamente, está mal aprovecharse así. Además, el grupo de población del que intenta sacar tajada suele ser bastante vulnerable económicamente, lo cual lo hace aun más horrible y éticamente reprochable.

Y no sólo eso, te costará bastante dinero aunque en una primera instancia no te lo parezca. Ya se ocupan ellos de enredarte.

Las virtudes de su producto están construidas sobre medias verdades, por eso son aun más creíbles, porque pueden hacer dudar hasta el más experto en el tema. No hay nada más engatusador que una verdad a medias que además la persona se quiera creer.

Tampoco te quiero asustar, no todo es tan detestable en un vendedor de humo. Hay muchos que no son del todo peligrosos y lo único que te podrán colar es la venta de su libro o algo así. Lo único que su libro será una auténtica m***da y no acabarás de leértelo.

Y ya está, nada más que decir sobre este perfil «profesional» que últimamente inunda nuestras vidas. Si me estás leyendo, sólo aconsejarte que seas escéptico cuando te prometan algo maravilloso que cambiará tu vida y, más aun si es gratis o muy barato: nadie regala nada.

¿Qué te ha parecido mi jeit sobre los vendedores de humo? Dime tu opinión, ¿te has encontrado con alguno? ¿picaste el anzuelo? ¿tienes más ideas sobre cómo detectarlos? ¡cuéntame!

Share This